#0 - Hacia una etiología del progresismo (el enemigo de mi enemigo no es mi amigo, sino inútil)
Carta abierta a los libertarios, conservadores y demás jóvenes de derecha. Prólogo.
“Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” dice el Evangelio según San Juan; está grabado en mármol en el cuartel general de la CIA.
(música recomendada para la lectura, es opcional)
No pude evitar notar que la mayoría de los libertarios, AnCaps y pro libre mercado son antiprogresistas, en el sentido “progrezurdo”, y si hay algo que no le falta a tales espacios es la meditación sobre lo económico. De lo que sí hay ausencia visible es de teorías referidas en general a lo social y a lo cultural. Por eso, si no sos de izquierda, te invito a que sigas leyendo, porque claramente la mayoría de los individuos en nuestro espectro político carece de herramientas teóricas que sean explicativas. “Eh, eh, los profesores de la universidad son marxistas y por eso el mundo es así”, bueno, sí, pero ¿cómo, por qué, a través de qué, por quién, bajo qué circunstancias? y seguro te interesa esta dimensión de la realidad política, después de todo, son los marxistas quienes reducen todo a factores económicos, y supongo que vos no sos marxista ¿no es así?
Lo único que conozco en materia de crítica, con relativa difusión en la esfera hispanoparlante, sobre la dimensión extraeconómica de la izquierda contemporánea, es la tesis de Laje-Márquez “el marxismo derrotado volvió en forma de marxismo cultural”. No te preocupes, no soy un LARPer ni un pseud, hice mi tarea y leí el libro, más abajo haré una breve crítica de él.
Encuentro tal obra problemática e insatisfactoria, por un par de razones.
1) Occidente es o ha sido capitalista, por la mayor parte, y el capitalismo no es incompetente, lo contrario. Cuando se le ha dejado ser, brotó, floreció y evolucionó en un sistema de relaciones complejas y descentralizadas llenas de actividad productiva. Las grandes empresas multinacionales que hoy gozan de crecimiento y sustentabilidad lo han logrado buscando un solo objetivo: la ganancia. Las innovaciones tecnológicas, la flexibilidad en las líneas de producción y de distribución, la publicidad y la cultura alrededor del consumo, las estrategias de administración crediticia y de seguridad financiera, etc. todo esto es efecto o medio, pero nunca el fin en sí mismo. Gigantes como Enron, AOL, el caso reciente de Nokia (aunque este último parece tener manotazos de ahogado dando en tierra firme) tuvieron caídas vertiginosas, porque capital que no genere ganancia no conservará su existencia, sin importa las decenas de billones que tenga en activos. Y sin embargo vemos esto:
Unas breves palabras sobre Amazon. La mayor empresa de venta y distribución de bienes en internet y su CEO activamente han estado militando el progresismo, tanto de manera positiva, haciendo donaciones millonarias al movimiento LGBT y BLM, como así de forma negativa, retirando obras críticas al transexualismo de su mercado monopólico de libros y libros virtuales; Amazon también ha removido otros escritos en la línea de la derecha, pero ninguno en la línea de la izquierda, al menos hasta donde yo sepa ¿Cómo le ha ido a Amazon últimamente? En los primeros tres meses de comenzada la pandemia en 2020, Amazon tuvo un 40% más de ventas en comparación al 2019, obteniendo ganancias por US$5.2 billones. Claro que la pandemia ayudó, pero para que Amazon hubiera podido alcanzar su lugar como primera opción en tal parcela del mercado, primero tuvo que constituirse como candidato a serlo; no podés ignorar que Amazon era el gigante, ya desde mucho antes de que comenzara la pandemia.
Podés tener dos posturas respecto a la posición de Amazon, y de los capitales en posición monopólica:
Amazon no puede relajarse, porque al encontrarse en el libre mercado, cualquier error podría destronarlo; ascendiendo en el descenso de Amazon otro capital que ofreciere los mismos servicios.
Amazon, al estar en una posición monopólica, puede darse el lujo de tener ciertas libertades políticas que empresas competidoras de menor rango no pueden.
Si apoyás la primera perspectiva, entonces la postura de Amazon está bien calculada como parte de una política operativa de mercado (malditos sean, sean malditos, los muchachos de RR.PP.; al margen del marxismo cultural), sino al menos, es una corriente natural del mercado. Si apoyás la segunda perspectiva, entonces el progresismo no es más que un capricho de Bezos, un capricho que no le causa detrimento alguno a Amazon; lo opuesto seguramente sí ¿Cuál hubiera sido el costo para Google el no despedir a James Damore?
¿Estoy atribuyendo este crecimiento de Amazon a su postura progresista? No, para nada, simplemente estoy señalando que como mínimo la adopción progresista no está en conflicto con el esquema de negocios de Amazon, y de allí podríamos aumentar la intensidad de esta hipótesis en cualesquiera de las siguientes dos direcciones:
La primera, el progresismo es producto de una matriz social de la cual también emana la conducta de los grandes grupos económicos y financieros actuales; correlacionándose en un mismo ἔθος, disposición conductiva en realidad.
La segunda, el progresismo es servil y útil al modelo de negocios, de manera fundamental.
Pero tenemos que descartar que la relación entre los grandes capitales y el progresismo sea arbitraria y no necesaria o correlativa. Porque no es sólo Amazon, sino todo grupo transnacional ¿Vos seguís bebiendo Coca-Cola? Yo no, pero no por cuestión política alguna, sino porque MENS SANA IN CORPORE SANO.
Esto no se limita únicamente al campo empresarial. Los estados más progresistas son aquéllos que siempre han sido capitalistas. Y no hace falta poner de ejemplo negativo a Angola.
El bloque soviético en rojo, el bloque capitalista en azul.
El apoyo al matrimonio homosexual, en rojo donde el rechazo supera el 50% de los encuestados, en azul donde la aprobación supera el 50% de los encuestados.
Este mapa refleja el promedio de las actitudes que consideraríamos progresistas, según diversas estadísticas; el propio nombre lo dice, Rainbow Map, “mapa del arcoiris”.
¿Notás un patrón? Mugabe era ultracomunista por cierto (al menos claro que caigamos en el “eso no era comunismo de verdad”). Echemos una mirada a los siguientes títulos de noticias sobre algunos gobiernos de Europa oriental: Budapest excluye los estudios de género de las universidades de Hungría, Polonia no permitirá que la UE «obligue» al país a legalizar el matrimonio gay, Gobierno de Hungría celebra rechazo a la cuota de refugiados de la UE en referendo cuya validez es cuestionada.
Sé muy bien que es falaz adjudicar estas actitudes conservadoras directamente al pasado comunista en una relación filial; no estoy para nada sugiriendo esto. Toda esta tendencia nacionalista y conservadora es resultado de la ola populista, que también tuvo sus efectos en Europa occidental, como el Brexit, la candidatura de Marine Le Pen, el surgimiento de Alternative für Deutschland, VOX en España, etc., pero hay una gran diferencia.
De un lado los movimientos populistas tuvieron éxito y alcanzaron el poder, del otro no (Boris Johnson será más conservador económicamente, pero culturalmente está bien subido al tren del progresismo). Le Pen (que tuvo la mejor campaña electoral que pudo haber recibido, la publicación de Soumission por Houellebecq, aunque después en entrevistas, él diluye el sentido fuerte al mantener la novela como seria ante sus posibilidades abstractas pero como satírica ante sus representaciones concretas; de cualquier manera, es una novela de izquierda, aunque haya sido explotada por la derecha) recibió la mitad de los votos que Macron. AfD en Alemania sólo tiene a 10% del electorado, VOX el 15% (el PSOE y Podemos, la izquierda española, están legislando y gobernando con completa libertad y voluntad). En Italia, los muchachos de Salvini, fuera por impotencias internas o porque la Unión Europea los tuviera agarrados bien de los huevos, cuando fue su momento de brillar no cumplieron con nada de lo prometido; ahora el jefe de gobierno es Mario Draghi, un hombre bien íntimo con el Banco Central Europeo. En Alemania, AfD no sólo perdió bancas en el Bundestag (mientras que los Verdes ganaron más que nunca), sino que además la mayoría de la cámara ahora la tiene el SPD, el enemigo mortal: económicamente keynesiano y culturalmente marxista.
¿Pero, podemos hablar de marxismo cultural cuando justamente le cuesta echar raíces donde hubo marxismo a la vieja escuela, con las AK-47 contra la nuca y el racionamiento de granos rancios? Claramente, hemos de notar dos cosas:
Está presente una estructura social en Europa oriental, ausente en Europa occidental, que facilita el éxito de los partidos antiprogresistas, y viceversa.
Pareciera que el marxismo tradicional y el marxismo cultural no pueden ocupar al mismo tiempo un mismo lugar, al menos no sin un gran esfuerzo (se me viene a la cabeza Cuba solamente); por el contrario, el progresismo pareciera sentir cierta atracción magnética por las sociedades con mercados más desarrollados y libres.
Tal vez te estés preguntando “¿qué me importa esto como argentino?” ¿Es posible entender a Mariano Moreno sin la escritura de Jean-Jacques Rousseau, es posible entender a Juan Bautista Alberdi sin Adam Smith? Y esto lo es sólo en lo referido a teorías académicas. La independencia del Virreinato del Río de La Plata no es entendible por fuera del marco de la invasión napoleónica a la España peninsular, y ésta a su vez tampoco es comprensible sin el viraje que hizo la Corona Española, de la esfera austroalemana a la francesa, cuando en 1700 el trono dejara de ser patrimonio de los Habsburgo para pasar a serlo de la dinastía borbónica; cuyas políticas enajenaron a las poblaciones americanas, que a lo largo del s.XVIII pasaron de sentirse plenamente españolas a reclamar identidades nacionales únicas.
Todo aquello en una época en la que no existía el telégrafo. Imaginate hoy, donde los movimientos activistas, sentimientos sociales y doctrinas políticas se propagan como fuego, desde organismos transnacionales, como la Unión Europea o el G7, pasando por las corrientes teóricas que interconectan a las universidades del mundo, hasta el ciberactivismo de movimientos populares que emergen naturalmente de las redes sociales a través de investigaciones individuales y de la militancia política por medio de memes.
Nos guste o no, estamos sujetos a las corrientes y mareas políticas de Occidente, porque de iure fuimos parte de él, y lo seguimos siendo de facto; el ser argentino es más influido que influyente en lo que respecta a las grandes tendencias históricas. Simone de Beauvoir no era una hippie viviendo en el Cerro Uritorco ni Friedrich Hayek era hincha de Rosario Central. Tomar distancia y analizar lo que pasa en el corazón de Occidente nos permite no involucrar sentimientos ni afinidades personales que sí estarían presentes a la hora de dirigir la mirada al fenómeno de un sistema político que, como hemos visto, también nos afecta.
El trosko siente desprecio por el “Imperialismo Capitalista”, pero celebró la invasión de la OTAN a la Siria de Bachar Al-Assad y al Líbano de Muamar Gaddafi (yo lo vi con mis propios ojos y lo discutí personalmente con ellos; fue interesante oír las discusiones entre los prorrusos y los antirrusos); el kirchnerista se rasga la camisa y saca pecho por el nacionalismo, pero luego milita y celebra toda una serie de políticas sociales ajenas no sólo a la tradición peronista sino que además son provistas desde el mundo anglofrancés que él tanto dice odiar y que Perón explícitamente dijo odiar, así como Perón también afirmara su amor por la raza hispánica y la Iglesia Católica.
2) La palabra marxismo cultural no me repele, aunque la evitaría. Si bien las palabras derivan su valor del uso referencial, es decir, obviamente existe algo muy real a lo que llamamos marxismo cultural, aunque no sea marxismo cultural, en el sentido de que el león marino existe aunque no sea un león marino (como un Simba sirenito), creo que es más importante mantener la higiene mental, usar certeramente las palabras (por ello nunca utilizo la palabra hombre para referirme al varón). Pero hay algo más importante a tener en cuenta.
¿Te cuento un secreto? La mayoría de los troskos nunca leyeron a Marx (salvo tal vez por el Manifiesto y Crítica a la ideología alemana, que se leen como folletines). Yo sí lo hice, a esas dos obras y también a varias secciones completas de los tomos de El Capital, para así ahorrarte el aburrimiento y el cringe. No te asustes, no soy marxista (ni nunca lo fui); Schumpeter, o chupete como aparece por un error de redacción en el libro que Javier Milei publicara con Grupo Unión (los mismos que editaron El libro negro de la nueva izquierda), leyó a Marx y le dedicó todo un libro.
Casi nadie pareciera saber que Marx se echó para atrás en El Capital Volumen III en lo que respecta a su afirmación de que la mercancía obtiene su valor del labor1—por si algún día querés cerrarle la boca a un marxista— (ese tercer término que se presenta en Volumen I casi fantasmal, que es el resultado de la suma total del labor humano como tiempo invertido, y que da el valor real a la mercancía2) para así adoptar una posición que se acerca a la de otros autores clásicos. Pero no es sobre El Capital de lo que quiero hablarte, sino de Las Tesis Sobre Feuerbach, en especial la primera.
El defecto fundamental de todo el materialismo anterior —incluido el de Feuerbach— es que sólo concibe las cosas, la realidad, la sensorialidad, bajo la forma de objeto o de contemplación, pero no como actividad sensorial humana, no como práctica, no de un modo subjetivo. De aquí que el lado activo fuese desarrollado por el idealismo, por oposición al materialismo, pero sólo de un modo abstracto, ya que el idealismo, naturalmente, no conoce la actividad real, sensorial, como tal. Feuerbach quiere objetos sensoriales, realmente distintos de los objetos conceptuales; pero tampoco él concibe la propia actividad humana como una actividad objetiva. Por eso, en La esencia del cristianismo sólo considera la actitud teórica como la auténticamente humana, mientras que concibe y fija la práctica sólo en su forma suciamente judaica de manifestarse. Por tanto, no comprende la importancia de la actuación "revolucionaria", "práctico-crítica". —Karlitos
Lo que Marx quiere decir acá (dos cosas en realidad, pero sólo una nos incumbe) es que hay que considerar como materia no sólo a lo concreto, sino también a lo sensorial, y además a toda actividad que nos llegue por medio de los sentidos y que tenga lugar fuera de la consciencia3. En el debate con Jordan Peterson, éste le dijo a Slavoj Žižek que le sorprendía algunas de las cosas que decía, que era un marxista muy poco marxista, a lo que el filósofo esloveno respondió “soy más hegeliano que marxista”. En esta entrevista Žižek defiendió la figura paterna patriarcal como aquella función psíquica de referencia simbólica que habilita como punto cardinal central la identidad de los transexuales.
Sin sorpresa alguna, lo que observamos aquí es a un padre que sirve de soporte para la vida auténtica del sujeto, la vida verídica de sí mismo, que es lo que siempre ha sido la función del Nombre del Padre ¿No debiéramos invocar a Lacan aquí, que dijera “cualquier refugio en el que se pueda establecer una relación templada y estable de un sexo con el otro necesita de la intervención de aquel medio conocido como la metáfora paterna”? De esta manera, el padre no sólo garantiza una relación de un sexo con el otro, también garantiza un suave e indoloro pasaje de un sexo al otro.
Salteate este párrafo si no te interesa, pero si querés saber qué carajo quiere decir Žižek con esto, es lo que Hegel se refiere como Libertad Positiva; es decir que la subjetividad es vacía, y sólo puede expresarse apropiándose de objetos externos; la libertad del derecho a la propiedad privada depende de la existencia de algo que la delimite como concepto, que la encierre y le ponga barreras, dándole una forma bien definida y fronteras inamovibles.
Sólo voy a decir que a lo largo de esa nota se encuentra la defensa a la necesidad de coherencia interna lógica al sistema psíquico. Esta pregunta es una idealista, no materialista. Es decir, la pregunta sobre si la transexualidad es coherente en ausencia de una figura patriarcal es idealista (vida interior del símbolo); la pregunta sobre si ha habido represión histórica del transexualismo es materialista (relación externa del símbolo). Todo materialismo se limita al campo social; da la coincidencia que toda la vida del hombre es fundamentalmente social. La izquierda moderna obtuvo de Nietzsche la herramienta necesaria para poder saltearse toda necesidad de lógica y coherencia, lugar al que hubiera quedado relegado el idealismo, pero para explicar esto tendríamos que recurrir a la metafísica (la metafísica no es nada mágico, ni místico ni supernatural; tal palabra fue apropiada por los hippies y los new age para sonar cool). Pero ahora no, todavía no, pero sí a su debido tiempo.
Dicho esto, es posible dilucidar potencialmente un marxismo cultural, uno que tratare de expropiar y colectivizar los medios de producción simbólicos, los de identidad sexual, de identidad racial, de identidad nacional, de identidad especista, etc. En efecto, observamos un despliegue de tales posturas en la actualidad, ahora preguntate ¿quiénes conforman los soviets que controlan estos discursos antinormativos e igualitarios? Los organismos transnacionales, los lobbies burocráticos, los grandes grupos capitalistas y los entes estatales. Las universidades se pasaron todo el S.XX sosteniendo el dogma marxista clásico, y el sector privado y los estados no hicieron caso, pero en cuanto las universidades adoptaron el discurso progresista interseccional, las empresas y los partidos políticos siguieron sin chistar. Claramente, las universidades no son el corazón de la hidra ni tampoco tienen poder coercitivo alguno sobre los sectores privado y público. Los organismos estudiantiles de EE.UU. llevan décadas militando educación y salud gratuita y universal, y sin embargo ha sido totalmente inútil, no ha surtido efecto alguno. Mientras tanto el Ejército abraza la postura LGBT:
Unas últimas palabras, soy bien consciente de que muchas técnicas de control social utilizadas por el sistema actual tienen paralelismos con las de la Unión Soviética (eventualmente discutiremos sobre el Bioleninismo y la Anarcotiranía). Mi punto a señalar aquí es que el marxismo cultural no es para nada un fenómeno propio del mundo marxista (no como discurso político de Occidente, sino como organización real de los estados en Oriente y África), en muchos casos es incompatible. Que la teoría preceda a la praxis es una anomalía que sólo ocurrió una vez en la historia: la teoría de la relatividad de Einstein primero y la creación de la bomba atómica después. La norma es: primero las cosas funcionan, se dan misteriosamente de manera determinada, y luego a partir de ello se teoriza. Y las teorías pueden estar totalmente equivocadas o parcialmente en lo correcto; es más, rara vez expresan la verdad completa.
Anaxágoras creía que la Tierra era plana, pero su teoría sobre los eclipses lunares es prácticamente la misma que la moderna, salvo con algunos ajustes a la esfericidad de la Tierra. Cabe destacar que él certeramente afirmó que la Tierra está mucho más cerca de la Luna que del Sol, no más de 400 veces ni menos de 300 veces, hoy sabemos que la proporción real es de 389 y chirolas de veces. Aristóteles (como el resto de los socráticos, por influencia de los pitagóricos) sabía que la Tierra era una esfera, pero pensaba que los eclipses lunares eran producto, en parte, de la presencia de una “Antitierra”. No fue hasta que Aristarco propusiera que el Sol es más grande que la Luna, y que el Sol es el centro del sistema orbital; que Eratóstenes midiera la circunferencia de la Tierra y la inclinación de su eje, con asombrosa exactitud; y que Hiparco calculara la distancia entre la Tierra y la Luna, errándole por tan sólo 400km (0,1% de diferencia con la distancia real), que se demostró que Aristóteles y Anaxágoras estaban los dos equivocados y al mismo tiempo que los dos estaban en lo correcto4.
¿Por qué te hablo de los antiguos? Para hacerte notar dos cosas, dejarte dos máximas.
a. Toda teoría que posea valor real debe ser explicativa, no meramente descriptiva. Yo te puedo decir “había alfajores en la mesa está bien dicho, pero decir habían alfajores en la mesa está mal”, bueno ¿pero por qué? si no te lo explicara sería un profesor de mierda ¿Estamos de acuerdo en esto, no? Los antiguos no se limitaban a enumerar y describir los movimientos de los astros, sino a justificarlos, a explicar la razón y el motivo de tales fenómenos. Al mismo tiempo, quise mostrarte lo avanzado que estaban los antiguos. Imaginate en qué otros campos habrán descubierto grandes verdades, cosas que no se refieren a la ciencia astronómica (cuya observación y teorización sin la tecnología moderna pareciera inútil e imposible), como por ejemplo, la realidad social, política y espiritual del hombre.
b. La teoría oficial o más difundida no siempre es la correcta. Espero que te haya llamado la atención el hecho de que en un momento señalara que Aristarco concluyó que el centro del sistema es el Sol y no la Tierra ¿Por qué entonces hubimos necesitado de un Copérnico? Por una simple razón: los nombres de Sócrates, Platón y Aristóteles eran demasiado pesados como para que fueran contradichos. Lo más seguro es que jamás hayas oído de Aristarco, ni de Hiparco ni de Eratóstenes, como tampoco de mí, pero sí de Márquez y Laje. Y una de las cosas que yo concluyo es que hay que dejar de hablar de marxismo cultural, y no adjudicar más el fenómeno del progresismo como causa y producto del marxismo.
Sobre El libro negro de la nueva izquierda:
A Márquez le cuesta seguir un hilo conductor, por momentos salta de temas erráticamente. Pasa súbitamente del registro analítico e histórico, muchas veces sin terminar la idea, a una serie de juicios éticos, y finalmente retoma el primer registro para terminar la idea varios renglones más abajo.
Los temas que maneja son demasiados, ninguno se desarrolla a fondo; y en Márquez no hay eficiencia del espacio utilizado. Por ejemplo: en el primer apartado del capítulo 6, los tres primeros párrafos se dedican a describir la ética sexual tomista, basada a su vez en la teoría de las formas de Aristóteles, donde coinciden en tal modelo la causa final, τέλος, con el bien, ἀγαθόν, en pocas palabras: la plenitud-felicidad sexual se consigue con el placer de la reproducción en una εὐδαιμονία τοῦ τέλους ¿Era necesario gastar una página en algo que no viene al desarrollo de tal capítulo? Obviamente Márquez no da crédito alguno a Santo Tomás de Aquino ni a Aristóteles por tal posición ética (que durante siglos fue sentido común por el labor de la Iglesia Católica, y que de seguro a través de éste la internalizó), ni mucho menos explica su razón de ser. Adjudicarse la verdad por medio de la Revelación es sólo privilegio de los profetas elegidos por Dios. Si no sos un profeta, estás obligado a argumentar tus posturas.
Márquez abusa de los adjetivos y de los adverbios, y todo buen escritor sabe que debe ser medido con el uso de éstos.
Está pobremente indexado, se manejan casi exclusivamente por subtítulos sin numeración ni jerarquización alguna. En comparación, leé Ser y Tiempo de Heidegger, para ver lo que es una buena indexación.
Se hubiesen ahorrado cincuenta páginas sacando todos los insultos y los comentarios soeces de Márquez; admito que de esto también soy culpable, pero los míos son graciosos y calculados.
Pero lo más importante: no hay ninguna teoría explicativa, ya sea de manera explícita o formalizable por medio de la abstracción de su método; tampoco es clara la episteme que manejan. Leé El Ocaso de Occidente de Oswald Spengler para entender lo que es un libro bien escrito, que toque diversos temas, pero todos coordinados por un método y modelo claros, que al final de su desarrollo dé una explicación del porqué de la naturaleza de los fenómenos que aborda en la dimensión pertinente y tratada en el trabajo.
Para ir al meollo del asunto, voy a citar los dos primeros párrafos de la sección “Por la razón o por la fuerza”.
Con el correr del tiempo, estas tendencias ideológicas fueron escalando posiciones y la ideología de género logró un sinfín de éxitos políticos tendientes no sólo a forzar la aceptación popular de sus postulados, sino también imponiendo la amable “aprobación científica” de muchas de sus publicitadas conductas, pero no por la aparición de investigaciones académicas superadoras sino por brutales coacciones políticas.
Fue a comienzos de los años ‘70 cuando el piquetero sodomita Frank Kameny lideró un grupo llamado “Frente de Liberación Gay” e irrumpió en el simposio anual psiquiátrico de la APA (Asociación Americana de Psiquiatría), subió al atril, arrebató el micrófono y arengó: “La psiquiatría es el enemigo encarnado del movimiento gay, al cual le han hecho la guerra para exterminarlo, esta es una declaración que nosotros hacemos de guerra contra los psiquiatras”. Dos años después, estas y otras constantes prepotencias y extorsiones dieron sus frutos y lograron descatalogar la sodomía de la clasificación de enfermedades mentales: “La categoría de la homosexualidad desaparece del MSD en 1973, en parte gracias a la presión de los grupos homosexuales” confesó la mismísima Beatriz Preciado.
Y hasta ahí nomás llega la descripción, de carácter histórico, de la relación entre la militancia homosexual y la burocracia psiquiátrica estadounidense. Si le bastó a los homosexuales mandar a un piquetero sodomita para doblarle la mano a la APA, entonces ¿por qué los conservadores no mandaron un piquetero conservador para hacerlos cambiar de opinión? Márquez nunca abre una nota para señalar cuáles fueron “estas y otras constantes prepotencias y extorsiones”, como para analizarlas y poder ver así dónde y cómo golpearon para ser efectivas.
Si bien no pude encontrar ningún número oficial al respecto de la membresía del Frente de Liberación Gay, no creo que su número superase los 30.000. La organización nació posterior al incidente de Stonewall Inn, del que participaron aproximadamente mil personas (por medio de la aglutinación de organizaciones gays y queers, que tenían presencia considerable sólo en tres ciudades de EE.UU.). Es muy difícil encontrar el número de asistentes a movilizaciones de homosexuales y transexuales previos al año 2.000, el número más temprano que encontré fue de 6.000 participantes por una marcha neoyorquina en beneficencia para las víctimas del VIH/SIDA en 1986; una década y media después del incidente que se marcó mítico en la historia LGBT por ser su primera manifestación masiva. Si movilizar gente basta para cambiar la actitud de la academia ¿por qué entonces nunca se les ocurrió a los organizadores de las marchas antiaborto, que convocan muchas veces a cientos de miles de personas, ir contra los órganos que proveen el entrenamiento y las licencias necesarias para que tal práctica sea una con el sistema sanitario estadounidense?
El Ku Klux Klan en su momento de mayor auge tuvo como mínimo cinco millones de miembros y aún así jamás logró imponer su etnoestado anglo-protestante. Cuando la Civil Rights Act, la legislación que terminó con la segregación racial en EE.UU., fuera promulgada, el KKK contaba con 40.000 miembros ¿Por qué no fueron a piquetear y ganarle así la pulseada a los órganos burocráticos? De manifestarse, se manifestaron, y no sólo el KKK, sino gran parte de la población estadounidense. Las reacciones del estado fueron desde el ignorar hasta el reprimir.
¿Por qué a un grupo político se lo escucha y al otro no? Un sistema requiere de más energía invertida, es más el esfuerzo, para cambiar algo que para dejarlo como estaba. Lo que quiero decir es que el costo y el riesgo político para la clase gobernante era mayor aceptando las demandas de la izquierda. Concuerdo con Beatriz Preciado cuando dice “La categoría de la homosexualidad desaparece del MSD en 1973, en parte gracias a la presión de los grupos homosexuales”. No estoy diciendo que el acto de irrupción de Fran Kameny no hubiera tenido efecto alguno; sino que algo se repite a lo largo de todo el libro de Laje y Márquez: nunca se estudia esa otra parte.
Considerá lo siguiente:
a. Para que una legislación pueda ser ejecutada, primero tiene que ser elaborada y sancionada, y antes de eso tiene que ser concebible; para poder hacer algo primero tenemos que poder imaginarlo. Tuvo que haber un cambio radical en la concepción fundamental del mundo en su totalidad, cuyo momento es anterior a la manifestación política.
b. Para que el Frente de Liberación Gay lograra cambiar el curso de las instituciones, con tan poca gente y sin utilizar la violencia (violencia de verdad ¿eh? a lo IRA o ETA), éstas les tuvieron que abrir la puerta desde adentro; de la misma manera en que las mismas instituciones le cerraron la puerta a la gente común que quería que las cosas siguiesen como estaban y a los elementos más reaccionarios de la derecha, que querían su propia subversión revolucionaria. Para que alguien coopere con vos primero tiene que poder pensar y sentir en un esquema compatible con el tuyo, aunque no piense ni sienta exactamente lo mismo que vos.
Esto sigue ocurriendo hoy en día. El expresidente George W. Bush dijo que quienes asaltaron el Capitolio son terroristas de la misma calaña que Al-Qaeda. Y lo dice Bush que en teoría es republicano; está tirando abajo del bondi a sus aliados políticos.
Mientras que las protestas de BLM…
“incendiarias, pero mayormente pacíficas, protestas después de un tiroteo con la policía”
Obviamente que esto es, por lo menos presentado así, una reducción al absurdo, pero no lo es, sólo que aquí no es el momento de desarrollar el concepto y las demostraciones de que EE.UU., y progresivamente todo Occidente, vive en una anarcotiranía ¿Viste a los mapuches quemando casas y golpeando gente hasta dejarla inconsciente en el sur, cómo te pensás que reaccionaría el estado argentino, los órganos estudiantiles universitarios y los medios de comunicación si los criollos del sur empezaran a quemar las casas de los mapuches y a lincharlos? El más claro ejemplo es Santiago Maldonado ¿Llegó a las noticias nacionales el asesinato de Jorge Velázquez, joven militante radical, a mano de la Tupac “Amarok” de Milagro Sala? y en Francia, Alemania, Inglaterra, Nueva Zelanda y sobre todo en Sudáfrica, encontramos esta realidad. Vos me dirás “¿qué tiene que ver?”. Yo salí un tiempo —tiempito— con una alemana miembro de Antifa, y te puedo decir que en el fondo piensa igual que una estudiante promedio de la facultad de humanidades de la UNCa ¿Querés explicación y demostración? Acordate que ésta es la entrega número 0, es el prólogo de un viaje del que espero participes.
En el fondo sabemos, sentimos, que la izquierda tiene un margen de acción y de justificación que la derecha no tiene, y que no tendrá por un buen tiempo; seguramente para más bien que mal ¿por qué? porque la derecha no tiene sus ideas claras y ordenadas, y cuando no tenés las ideas ordenadas y claras terminás malgastando energías innecesariamente; y es entonces cuando tu enemigo político te derrota. Por algo la izquierda viene ganando ininterrumpidamente desde hace veinte años. La siguiente afirmación de Márquez me da la razón:
“Pero no por la aparición de investigaciones académicas superadoras sino por brutales coacciones políticas”. Esto es absolutamente falso. Hay registro de que desde principios del S.XX surgieron defensores de posturas sexuales progresistas dentro de los círculos académicos y científicos ¿Sabías que la primera operación de cambio de sexo registrada en la historia tuvo lugar en la República de Weimar? ¿Que un puñado de médicos ya realizaba operaciones de reasignación de sexo en Estados Unidos en la década del 50? ¿Que el primer grupo a favor de los derechos homosexuales sea creó en Alemania, antes de la Primera Guerra Mundial? En estas tres historias los nombres académicos claves son: Magnus Hirschfeld, Kurt Warnekros, Erwin Gohrbandt, Elmer Belt, August Forel (como influencia germinal) y Henry Benjamin. Ninguno de estos nombres aparece en el estudio que hacen Laje y Márquez sobre la historia de la relación entre las posturas sexuales progresistas y la academia.
En estos seis doctores no encontramos la normalización de formas sexuales antiéticas a la tradición occidental como búsqueda de una militancia política, lo que sí hallamos es un cambio en la aproximación a la sexualidad como resultado de ponerla bajo la perspectiva científica. La sexualidad para ellos deja de ser una realidad del hombre en tanto que es una unidad con agencia ética y moral, para pasar a ser un objeto de estudio y experimentación de un sujeto clínico; deja de ser algo prescriptivo para pasar a ser algo descriptivo. Si hay un elemento que los hila desde el plano teórico no es Marx (ni tampoco la Escuela de Frankfurt —que todavía no existía—, ni el posestructuralismo —que tampoco existía—) sino la tradición psiquiátrica y psicoanalítica. Sobre la relación entre el marxismo y el psicoanálisis, unas citas del libro de Laje-Márquez:
Al respecto de Shulamith Firestone.
Es de interés mencionar un poco más sobre las ideas de la citada Firestone, porque ilustran muy bien el pensamiento feminista radical-socialista de la tercera ola. Su obra La dialéctica del sexo (1970) fue furor en su época. Mezclando marxismo y freudianismo, Firestone desde el inicio supera el reduccionismo economicista que impidió a Engels ver un poco más lejos: “Hay un nivel de realidad que no viene directamente de la economía” […]
Ella sabe, a partir de Freud, la importancia que tiene para la cultura la represión del erotismo que presuntamente sentiría el niño respecto de su madre; y probablemente sepa también, a partir de Claude Lévi-Strauss, el papel que en la cultura de toda sociedad humana juega la prohibición del incesto.
Al respecto de Wilhelm Reich.
Discípulo de Sigmund Freud, Reich se afilió al Partido Comunista en 1928 e intentó juntar psicoanálisis y revolución marxista no sin plasmar esta mezcolanza con proposiciones que escandalizaban a propios y extraños. Tanto fue así que ante la falta de “preocupación erótica” en el seno del Partido Comunista, Reich exhortó a apoyar a los jóvenes en su emprendimiento pansexualista anotando que “la conciencia (de la juventud) de su derecho a organizar su vida (sexual) la obligará inexorablemente a luchar por él.
Al respecto de Herbert Marcuse, después le vamos a dedicar unas palabras.
El sociólogo alemán Herbert Marcuse […] —trabajó en las Universidades de Columbia, Harvard, Boston y San Diego—. Fue durante esta aburguesada vida como revolucionario de gabinete, cuando Marcuse publicó su influyente libro de inspiración freudo-marxista — texto clave en el tema que nos ocupa— titulado Eros y Civilización (publicado en 1955), el cual sostenía que la heterosexualidad no era más que una imposición de la “cultura dominante” con finalidad productiva y reproductiva.
Al respecto de Guy Hocquenghem.
Andando los años, esta simbiótica tendencia ideológica —marxismo y sodomía — fue bien profundizada por el teorizante homosexual Guy Hocquenghem (nacido en 1946, veinte años después que Foucault), novelista francés afiliado al Partido Comunista (para variar), quien había entrado en las “Jeunesses Communistes Revolutionaires”* con tan sólo 15 años de edad, aunque pronto comprendió que su obsesiva falo-adicción suponía un obstáculo para ser aceptado ante los dogmas de un partido stalinista, teniendo entonces que abandonar sus filas en 1965: “En realidad, Guy había leído a Freud mientras chupaba pollas en las reuniones del partido comunista francés”.
Aquí encontramos algo interesante: en la mitad del S.XX corren a alguien del Partido Comunista por ser homosexual; o sea, en el mundo real, concreto, en su momento y en tal lugar, tal relación fue incompatible. Pero la convivencia del marxismo y la homosexualidad Hocquenghem la obtiene en su teoría ¿no será que Laje y Márquez, y Nicolás del Caño y las feministas del PO y de Pan y Rosas, etc. estarán haciendo lo mismo, es decir, forzar una relación que no es necesaria? Dejá de pensar en teorías, y decime qué es lo que te dice la realidad cuando la ves con tus propios ojos.
Acordate de cómo comenzó este texto y de los mapitas de Europa, etc. Pero no nos distraigamos, y sigamos con lo que nos ocupa. Para resumir, mis dos problemas con El libro negro de la nueva izquierda es que sostiene sin fundamento las siguientes dos tesis:
El progresismo es producto de un espacio académico abierto por el marxismo; que comenzó con los trabajos culturales críticos del posestructuralismo y de la Escuela de Frankfurt. Esto es parcialmente falso, el marxismo jugó un papel, pero ya encontramos cosas que parecen exclusivas del presente, como las operaciones de cambio de sexo, mucho antes de que el marxismo se despegara de su dimensión económica, y esto fue a través del psicoanálisis y la psiquiatría; sólo hace falta mirar a la Alemania de la preguerra.
Me llama la atención, porque Laje durante el desarrollo del capítulo 2, en los apartados “La ideología queer” y “El Dr. Money, el niño sin pene y algunas consideraciones científicas” danza muchas veces alrededor de una verdad más plena, pero sin llegar a señalarla directamente. Te recomiendo —si pudiese te obligaría a— que leas el apartado VI. John Money nunca tuvo relación alguna con el marxismo, pero sí con la psicología y la psiquiatría, obtuvo su maestría en psicología de la Universidad Victoria en Wellington y su doctorado en psiquiatría de Harvard. Recordemos también los siguientes nombres: Hirschfeld, Warnekros, Gohrbandt, Belt, Forel y Benjamin.
En un momento Laje dice que Monique Wittig, una feminista francesa, es afín al comunismo. Esto es cierto y no es cierto5. En sus inicios fue una marxista ortodoxa, pero a medida que sus preocupaciones se fueron concentrando en el feminismo, comprendió que el marxismo como fin último no la satisfaría para nada6. Wittig se ve obligada a rechazar la praxis marxista, y a abogar por una dirigida a la liberación de la subjetividad desde una perspectiva de descorporalidad total7; si tuviera que resumir uno de los puntos centrales de mi tesis sobre lo que es el progresismo contemporáneo sería aquello que puse negritas (en realidad, esto no es más que el punto cúlmine de un proceso progresivo de disolución ontológica).
Para Wittig (y para toda la izquierda moderna) la-consciencia-y-la-subjetividad no está en una relación necesaria con forma alguna: ésta es una afirmación de carácter metafísico; y la causa de esto no es el marxismo, sino más bien, el marxismo fue también encontrado y arrastrado por esta tendencia. Pero no nos adelantemos y prosigamos con lo nuestro. En el progresismo contemporáneo e interseccional, la mujer deja de estar presa por las representaciones simbólicas patriarcales, a pasar a ser una consciencia abstracta, donde la relación con el cuerpo que habita y el proyecto que le demarcó la naturaleza —φύσις— es una cárcel y una condena, y por ende está bien mutilarlo y hormonarlo.
Este fenómeno no es sólo con los cuerpos y la sexualidad, sino con innumerables dimensiones de la vida del hombre, que apenas si podemos advertir. Vivimos en un mundo de identidades sintéticas.
El progresismo se afianzó en las instituciones públicas por medio de la militancia e influencia de grupos subversivos. Esta presuposición ignora a los millones que se movilizaron y a los millones que aún se siguen movilizando contra el progresismo, y el progresismo es por definición el avance de la creencia que le pertenece a una minoría que se va extendiendo y desplazando hacia los espacios ocupados por la creencia de la mayoría, mientras que el conservadurismo es por definición la lucha por la creencia que ocupa la mayor cantidad de espacio y que pertenece a la mayoría. Para que ganase el progresismo, éste debe tener una concentración y densidad de energías y esfuerzos en órdenes de magnitud superiores a la del conservadurismo, y/o el medioambiente en el que esta lucha se libra y tiene lugar debe propiciar condiciones que dañen a la posición conservadora y que al mismo tiempo beneficien a la progresista.
¿Por qué la militancia para mantener el status quo fracasó y sigue fracasando? ¿Por qué la militancia de ultraderecha no triunfó —otra posible dirección hacia “otro progresismo” que nunca fue—? No se puede reducir el avance del progresismo interseccional a la militancia de un grupo minoritario, porque sino viviríamos en un presente comunista, fascista, capitalista, ultraconservador y ultraprogresista; todo al mismo tiempo.
Lo que quiero decir es: hay algo particular en la estructura social y psicológica del presente occidental que, además de favorecer al progresismo interseccional, es activamente nocivo y perjudicial para los modos tradicionales de vida. Sino, no se puede explicar la economía de energías que llevó a Occidente a modificar la vida de la mayoría de sus ciudadanos, guiada por los criterios de una minoría que era repulsiva y antiética para el público en general, para la tradición y para la identidad propia de los pueblos. Esto Laje y Márquez nunca lo desarrollaron.
Y es esto lo que voy a tratar de hacer: explicar. Laje y Márquez simplemente dieron una exposición del desarrollo histórico, del movimiento; pero nunca explicaron sus causas, la economía de fuerzas.
El marxismo es subversivo, y aplicado a la realidad siempre termina en genocidio y le sigue sin excepciones la tiranía. Pero te tengo una noticia: el marxismo está muerto, y lo mató la misma dialéctica histórica que pensó lo iba a reivindicar. Tenemos que dejar de malgastar energías pateando un cadáver. Si nuestros enemigos están tan ciegos y dominados como ganado para no verlo, y siguen llamándose marxistas o anticapitalistas, o lo que fuere, bueno, allá ellos. Pero hay que golpearlos donde les duela para poder reventarlos; no rompés una piñata dándole al hilo.
No entiendo por qué Laje y Márquez nunca le atribuyen al psicoanálisis y a la psiquiatría una capacidad subversiva igual a la del marxismo. Leé a Freud; aunque no hubiera tenido la intención, la escuela y disciplina que él fundó, sólo puede llevar a posturas sexuales progresistas.
La fase anal es la segunda fase de la evolución de la libido y puede situarse de los 2 a los 4 años de edad.
En esta fase la libido se organiza al alrededor de la zona erógena anal, el objeto de satisfacción está ligado con la función de defecación (expulsión – retención) y al valor simbólicos de las heces.
Estas dos primeras fases de la sexualidad infantil se centran en el autoerotismo, en las fases siguientes aparece ya un objeto sexual externo al individuo. Para Freud el acceso al objeto libidinal se da en forma sucesiva que va desde el autoerotismo, el narcisismo, la elección homosexual y la elección heterosexual.
Tiene Reich razón cuando dice: “el psicoanálisis, subvierte las ideologías”, pues tal disciplina tiene dos momentos en su accionar subversivo: primero, a través del discurso clínico fragmenta dentro de su ontología al hombre en partes que antes eran indivisibles, y luego reorganiza esos elementos bajo un sistema de relaciones que no son naturales, sino sociales. Como aditivo, la terminología utilizada es estéticamente incompatible con las sensibilidades parroquiales del hombre común y profundamente perturba los sentidos que tales palabras tienen en la interpretación tradicional del habla. “Sí, dije que los niños de tres años obtienen placer sexual a través de su ano, y que sienten atracción sexual por su madre… pero en realidad, quiero decir otra cosa…”.
No estoy diciendo que Freud sea el responsable del progresismo, es sin duda uno de los eslabones, una de las balas en el cargador. El psicoanálisis articuló (introdujo) dentro de la mente y de la sexualidad del hombre un movimiento y una corriente histórica, que es la misma fuerza que llevó en un momento a ciertos individuos a abrazar y a propagar el marxismo en Occidente como herramienta teórica. Y lo mismo con la filosofía; algo tuvo que haber ocurrido profundamente para que la gente dejase a Aristóteles y se aferrase a Nietzsche; y aún peor, terminar elevando a gente como Sartre al título de filósofos, cuando él no hizo ni metafísica ni ontología ni epistemología ni fenomenología ni gnoseología, sino psicologismo puro.
Pero no todos los profesores en las universidades fueron siempre progresistas, ni tampoco los políticos. La mayoría de la gente no lee filosofía, ni es psicoanalista, ni es marxista; la mayoría de la gente es la mayoría de la gente, personas comunes ¿Cómo entonces llegamos al presente actual? Por la acción de las instituciones, sean gubernamentales o privadas, con poder sobre el pueblo. Pues, como dijera más arriba, esta economía de fuerzas, la de la izquierda, no se dirigió a intentar convencer a todos los miembros de la sociedad, sino a entrar en las instituciones y organismos que rigen la vida pública. Ésta es la otra parte clave que voy a tratar de abordar ¿Por qué estos organismos cedieron a la presión de una minoría en lugar de mantenerse fiel a la mayoría, que también presionaba?
¿Te acordás que te dije más arriba que “alguien desde adentro le tuvo que abrir la puerta de las instituciones al progresismo”?
Unas breves palabras sobre Marcuse: lo lógico sería pensar que alguien tan hostil al sistema capitalista nunca trabajaría para el gobierno estadounidense, y sin embargo él lo hizo (algo que Laje y Márquez no mencionan). Durante la primera mitad de la guerra, trabajó para la Oficina de Información Bélica elaborando propaganda antinazi. Luego, en 1943, lo transfirieron al Departamento de Investigación y Análisis de la Oficina de Servicios Estratégicos, organismo que poco después sería reestructurado bajo el nombre de la Agencia Central de Inteligencia, o más conocida por sus siglas en inglés, la CIA. Así es, Herbert Marcuse, uno de los más capos de la Escuela de Frankfurt, fue un glownigger (si vos realmente te considerás basado, deberías conocer esa palabra).
Ya sé qué dirás “era plena Segunda Guerra Mundial, la corta luna de miel entre la URSS y EE.UU.” ¿Pero por qué no lo tocaron durante la era del mccarthismo? Edward Dmytryk, director de cine, fue preso solamente por haber sido miembro del Partido Comunista del ‘44 al ‘45 , habiéndolo abandonado por su propia cuenta. Arthur Laurents, dramaturgo, fue llamado a declarar ante el Comité de Actividades Domésticas Antiestadounidenses (CADA, a partir de ahora) sólo por un comentario de su colega Russel Crouse para con un jefe de radioperaciones del ejército, mientras ambos tomaban una copa (te digo esto para mostrarte que no hacía falta presentar una denuncia ante un órgano judicial en forma y con evidencia sólida para que se iniciaran las investigaciones en contra); el proceso contra él se afianzó nada más que por la reseña de un libreto suyo, que no contiene elemento comunista explícito alguno. Mi punto es: si había alguien a quien el mccarthismo tenía que detener, era a Marcuse; si hubo algo para lo que el CADA fuera creado era sin dudas detener a Marcuse.
Si bien el declive del mccarthismo hubo comenzado en el ‘55, año de la publicación de Eros y Civilización, el CADA se mantuvo activo hasta bien entrada la década del ‘60, y tal junta no sólo perseguía a comunistas, sino también a homosexuales ¿y qué encontramos en el libro de Marcuse? La utilización explícita de teoría marxista y la hostilidad abierta contra la heteronormatividad. Marcuse no apareció nunca en ninguna de las afamadas listas negras del mccarthismo, ni fue perseguido por tal órgano durante su existencia.
Che, hablando de zurdos que laburaron para la CIA ¿No te llama la atención que el nombre de la madrastra de Batman no aparezca en el libro de Laje-Márquez?
No hay una simple reforma, esto es realmente una revolución. El sexo y la raza, a causa de que sean fáciles y visibles diferencias, han sido las formas primarias de organizar a los seres humanos en grupos inferiores y superiores, y de sumirlos en el labor barato del cual este sistema aún depende. —Gloria Steinem
Ella es una de las figuras más importantes del feminismo. Cofundó:
La Asamblea Política Nacional de Mujeres, junto a más de trescientas activistas.
La Revista Sra. (Ms. Magazine), la primera publicación feminista de alcance nacional en los EE.UU.
La Sra. Fundanción para Mujeres (Ms. Foundation for Women).
La fundanción Libre para Ser (Free to Be).
El Centro de Medios de las Mujeres (Women’s Media Centre).
De la década del ‘50 a la del ‘70 participó, la mayoría de las veces como una de las figuras principales, de numerosas movilizaciones políticas, y fue la cara que llevó al feminismo a integrarse en la vida cotidiana del público estadounidense, asistiendo a numerosas entrevistas en la prensa, radiofónicas y televisivas ¿Por qué Laje y Márquez no la mencionan? Tampoco nombran a Susan Sontag, que sin duda, al igual que Gloria Steinem, tuvo una incidencia mucho mayor en la opinión pública y de manera positiva para el feminismo que Shulamith Firestone —que no es más que un bicho raro en los círculos académicos; yo me topé con la existencia de Firestone cuando investigaba sobre el transhumanismo, en los años que River jugaba en la B Nacional, por un azar que jamás se repitió—. Bueno, Steinem es una glowniggress.
La CIA la reclutó en el ‘58. Fue bajo la supervisión de Cord Meyer, dentro del marco del Congreso por la Libertad Cultural (un intento de la CIA por alejar a la juventud radical de grupos militantes que tuviesen lazos con la Unión Soviética o la República Popular de China; o sea, crear una izquierda no comunista), que ella dirigió el Servicio de Investigaciones Independientes, SII de ahora en adelante, un organismo financiado por donadores anónimos, supuestamente, en realidad a través de fondos provistos por la CIA. Uno de los colegas de Steinem en esta organización fue Clay Felker, con quien entabló una firme amistad cuando hubieron viajado a Helsinki en 1962, junto a otros miembros del SII y de la Asociación Nacional de Estudiantes, para participar del 8vo Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en Helsinki, Finlandia. Felker, que a lo largo de su vida trabajó como escritor y editor para las revistas Life, Esquire, TIME, New York Herald Tribune y New York Magazine, fue quien financió la primera tirada de la ya mencionada revista feminista de alcance nacional Revista Sra.
Algunos de los artículos de la edición de la primavera del ‘72:
“Gloria Steinem sobre la sororidad; Letty Pogrebin sobre criar niños sin roles de género; mujeres cuentan la verdad sobre sus abortos”.
Algunas aseveraciones con las que me encontré, pero que recomiendo no tomar en cuenta, porque no pude encontrar fuentes confiables:
Cord Meyer en un momento pasó a ser la cabeza de Operation Mockingbird.
Mucha de la gente que fue parte de Revista Sra. también tenía lazos con la CIA.
La beca “Chester Bowler” fue creada por la CIA como pantalla para transferirle fondos a Steinem.
Algunos datos comprobables curiosos:
Sobre Cord Meyer: El 18 de diciembre de 1956, uno de sus hijos murió atropellado, lo que deterioró su matrimonio con Mary Pinchot, y para 1958 estuvieron oficialmente divorciados. Luego, en 1961, Pinchot conoció al entonces presidente John Fitzgerald Kennedy, a través de una amistad que ella hubo entablado con Bobby Kennedy; Pinchot y JFK se volvieron amantes. Pinchot sería asesinada el 12 de octubre de 1962, de dos disparos, uno en la cabeza y el otro en la espalda (te invito a que investigues el caso por tu propia cuenta). En 2007, los hijos del exagente de la CIA E. Howard Hunt aseguraron que su padre y Cord Meyer estuvieron involucrados en el asesinato de JFK.
Sobre Steinem: Fue amiga cercana de Henry Kissinger, a quien tenía en muy alta estima, y se rumoreó que fueran amantes.
Obviamente, esto es sólo un grano de arena en la costa que es la relación entre el progresismo y las instituciones de poder en Occidente. Laje y Márquez hicieron un trabajo respetable a la hora de enumerar estos granos de arena. Pero la costa es profunda; así como el capitalismo no nació con Milton Friedman, tampoco nos podemos obsesionar con la Escuela de Frankfurt ni con el posestructuralismo. Lo que sí podemos hacer, es investigar cómo la marea fue, va e irá depositando los granos de arena en la costa. Si Laje y Márquez estudiaron la costa, yo voy a estudiar la marea.
ADDENDVM:
Pero no desistí. Fui entrevistando uno tras otro, consciente de que sólo me acarrearía nuevas enemistades, pero me sentía obligado a llegar hasta el fondo para no dejar sin esclarecer el mensaje del Dios. Debía llamar a todas las puertas de los que se llamaban sabios con tal de descifrar las incógnitas del oráculo.
Por eso, sencillamente, voy de acá para allá, investigando en todos los que me parecen sabios, siguiendo la indicación del Dios, para ver si encuentro una satisfacción a su enigma, ya sean ciudadanos atenienses o extranjeros. Y cuando descubro que no lo son, contribuyo con ello a ser instrumento del Dios. Ocupado en tal menester, da la impresión de que me he dedicado a vagar y que he dilapidado mi tiempo, descuidando los asuntos de la ciudad, e incluso los de mi familia, viviendo en la más absoluta pobreza por preferir ocuparme el Dios.
—Sócrates
¿Sabés cuál es la diferencia que hay entre un filósofo y un sofista para Sócrates, Platón y Aristóteles?
Una de las primeras cosas que aprendemos al relacionarnos con otras personas es que solemos estar muy comprometidos con las ideas que tenemos, nos aferramos a ellas de manera íntima ¿Por qué sostenemos las ideas que nos hacen ser lo que somos? Muchas veces para hacer más fácil y simple nuestra vida diaria, no sólo por lo que ellas nos permiten hacer, sino también porque alivian nuestro sufrimiento. En este sentido, nos motiva la pasión, los sentimientos nos mueven; y no la razón y la búsqueda por la verdad.
Por ello es un error buscar la verdad en la política. Porque en la política, la verdad se valúa sólo en función de su utilidad, en la medida que ella haga progresar los objetivos mezquinos de individuos y de particulares, según voluntades y resentimientos contra otras personas. El político va a hacer la vista gorda a la verdad desde el instante en que ella interfiera con y se interponga a sus objetivos; y el trabajo del sofista es educar en el ejercicio del poder al político. En cambio, la verdadera marca de la sabiduría es amar a la verdad por el simple hecho de que ella es la verdad, y esto es lo que hace al filósofo. Pero muchos nunca se interesarán por la filosofía, porque la filosofía no se interesa por ellos, porque ella no les proveerá de falsas verdades que les ayuden a obtener más poder, o siquiera a sentirse mejor; no les toca las pasiones.
Todos alguna vez nos hemos preguntado “¿y para qué sirve la filosofía?” que es lo mismo que preguntar “¿y para qué sirve la verdad?”, porque para muchos la verdad no nos es de utilidad, y lo que no nos es útil no tiene valor. Y muchas veces, la verdad nos da en la cara, y nos ciega, y avergonzados o impotentes, tenemos que volver hacia las sombras. Y en lugar de dirigir ese enojo contra nosotros mismos, lo dirigimos en contra de otros. Pero lo correcto, es corregirse a uno mismo, hasta que ese enojo desaparezca. Consejo personal: si una persona llega a tu vida y te dice algo hiriente o que te moleste, a pesar de que no sea un insulto o algo despectivo, esa persona fue enviada por Dios, para devolverte a la humildad terrena, y así te des cuenta de que algo que creías o que pensabas no es verdad; y poder volver entonces al sendero de la verdad y salir del autoengaño. Incluso a veces, la mera presencia de las personas, sin palabras, logra esto.
Pero eso Marx nunca fue un filósofo, sino un sofista: él no quería saber la verdad a través de su filosofía, sino que quería utilizarla como herramienta para cambiar el mundo.
De la misma manera en que creo que Laje y Márquez son sofistas. Dicen que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. En este caso no, Laje y Márquez son inútiles, como teoristas al menos; no como figuras políticas. No estoy insinuando que Laje y Márquez sean shills obsecuentes a la CIA. Lo que estoy diciendo es que Laje y Márquez cometieron el siguiente error: cuando se prepararon para hacer el libro, sacaron primero sus conclusiones, recién entonces fueron a buscar las evidencias, porque ya tenían la teoría antes de empezar a investigar para escribir el libro; en lugar de primero investigar los fenómenos, luego sacar conclusiones y finalmente desarrollar la teoría. Por ello se les pasó de largo los institutos de investigación sexual de la Alemania de la preguerra y de la conexión subversiva del psicoanálisis; por ende, nunca les importó lograr algo que sea explicativo, porque es obvio, “el progresismo es marxista”.
El marxismo y el progresismo tienen una relación casual y correlativa, pero no una causal y necesaria, no compartieron mecanismos que cooperaran en el mundo real, excepto cuando fueron instrumentos de mutua justificación discursiva, es decir, en sofismas. A diferencia del capitalismo que efectivamente propició la democracia y el estado liberal, al mismo tiempo que fueron las compañías de explotación coloniales, como la Compañía Unida de Las Indias Orientales, quienes propiciaran el capitalismo. El marxismo, y otras doctrinas subversivas, fueron elegidas por “un alguien o algo en común”, es esta voluntad electora quien los une. Y es este “algo o alguien en común” junto a las condiciones de su aparición, de su relación con la sociedad y de la realidad de su vida interna, lo que hay que investigar.
Para mí hubiera sido muy fácil afirmar “marxismo = progresismo y capitalismo = conservadurismo”. Pero sinceramente creo que éste no es el caso; sinceramente creo que la situación es mucho más compleja. Veo algo más profundo, que obviamente, ha marcado la dirección del capitalismo en Occidente, porque éste algo o alguien es el mecanismo de base a todos los fenómenos que configuran nuestra realidad. Y si querés acompañarme en lo que yo creo sinceramente sea la causa de ello, la verdad, bienvenido.
“Por tanto, este valor antiguo reaparece como parte integrante del valor producto, pero no nace en el proceso de producción de esta mercancía. Si existe ahora como parte integrante de la mercancía es, pura y simplemente, porque ya existía antes como parte integrante del capital desembolsado. Por consiguiente, el capital constante desembolsado es repuesto por la parte del valor de la mercancía que él mismo añade al valor de ésta. Este elemento del precio de costo tiene, pues, un doble sentido: por una parte, entra en el precio de costo de la mercancía por ser parte integrante del valor de la mercancía que repone el capital desembolsado: por otra parte, sólo forma parte integrante del valor de la mercancía por representar el valor del capital desembolsado, o porque los medios de producción cuestan tanto o cuánto.”
“Por tanto, el capital fijo empleado sólo entra parcialmente en su producción. En cambio, el capital circulante empleado entra íntegramente en el precio de costo de la mercancía, pues se invierte íntegramente en su producción. ¿Y qué prueba esto sino que el capital fijo y circulante consumidos entran por igual en el precio de costo de la mercancía en proporción a la magnitud de su valor y que esta parte integrante del valor de la mercancía sólo brota del capital invertido en su producción? Sí no fuese así, no podría comprenderse por qué el capital fijo de 1,200 libras desembolsado no añade también al valor del producto, en vez de las 20 libras esterlinas que pierde en el proceso de producción, las 1,180 libras que no pierde en él.”
“Por consiguiente, el aumento de la cuota de ganancia proviene siempre del hecho de que la plusvalía aumenta en valor relativo o absoluto en proporción a su costo de producción, es decir, en proporción al capital total invertido, o disminuye la diferencia existente entre la cuota de ganancia y la cuota de plusvalía”—Karlitos, El Capital Volumen III.
“Tomemos ahora dos mercancías, por ejemplo trigo y hierro. Cualquiera que sea la proporción en que se cambien, cabrá siempre representarla por una igualdad en que una determinada cantidad de trigo equivalga a una cantidad cualquiera de hierro, v. gr.: 1 quarter de trigo = x quintales de hierro. ¿Qué nos dice esta igualdad? Que en los dos objetos distintos, o sea, en 1 quarter (7) de trigo y en x quintales de hierro, se contiene un algo común de magnitud igual. Ambas cosas son, por tanto, iguales a una tercera, que no es de suyo ni la una ni la otra. Cada una de ellas debe, por consiguiente, en cuanto valor de cambio, poder reducirse a este tercer término.”
“Por consiguiente, lo que determina la magnitud de valor de un objeto no es más que la cantidad de trabajo socialmente necesaria, o sea el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción. Para estos efectos, cada mercancía se considera como un ejemplar medio de su especie. Mercancías que encierran cantidades de trabajo iguales o que pueden ser producidas en el mismo tiempo de trabajo representan, por tanto, la misma magnitud de valor. El valor de una mercancía es al valor de cualquiera otra lo que el tiempo de trabajo necesario para la producción de la primera es al tiempo de trabajo necesario para la producción de la segunda. "Consideradas como valores, las mercancías no son todas ellas más que determinadas cantidades de tiempo de trabajo cristalizado.” —Karlitos, El Capital Volumen I.
Para dejar en claro lo que es el materialismo hay que entender que Marx escribe contra el idealismo trascendental. De manera muy somera, el idealismo trascendental se concentra en la evolución dialéctica por medio de la resolución de conflictos de naturaleza lógica, internas al ente, en tanto unidad ontológica de la consciencia, del cual se está tratando. El materialismo se hace otra pregunta que es: ¿cuáles son las condiciones externas de posibilidad y afección que rigen en la evolución dialéctica por medio de conflictos de naturaleza física? (en el sentido amplio que Marx deja explícito en su primera tesis sobre Feuerbach). En pocas palabras, para Marx la producción de ideas, en tanto que son ideas expresadas y compartidas, es de carácter material.
“Motivée par ses lectures et par l’espoir d’avoir encore la possibilité de changer la situation des femmes françaises, Wittig décide de réunir un premier groupe de quatre amies, afin de leur exposer son projet : « Se rendre évidentes, et faire des choses, pas seulement au niveau critique, mais au niveau pratique. Dans la rue, quoi ! » Le début de la première rencontre est raconté par Monique comme un échec : très agitée, elle avait lu à haute voix à ses copines un texte qu’elle avait soigneusement préparé, en relisant frénétiquement ses auteurs de référence, y compris Karl Marx et Friedrich Engels” —Eva Feole, Mots incarnés et corps illisibles. L’oeuvre littéraire de Monique Wittig
“Her point is as clear as it is controversial: subjectivity is not to be derided, and it is certainly not to be celebrated as fissured and fractured, but defended and, as it were, “repaired”—not in the sense of a redemption of past suffering (which, as past, is impervious to redemption) but in the sense of a mending of insufferable social rifts in the future. The defense and future-directed, nonredemptive reparation of subjectivity set Wittig apart from any number of post-structuralists with whom she is often associated willy-nilly, as if fractures, fissures, splits, and divisions were always and only the stuff of liberation rather than the residue of oppression.
In this, Wittig evinces more than a passing resemblance to Max Horkheimer, Herbert Marcuse, and, albeit more somberly, Theodor Adorno, all of whom also defended, from within a dramatically reconfigured Marxism, the resistant potential of concrete individual subjectivity, fragmented though it may be under capitalism” —Brad Epps y Jonathan Katz, Monique Wittig’s Materialist Utopia and Radical Critique.
For Wittig, there is arguably no greater example of idealization and pacification, of utopianization and dystopianization, than maternity, traditionally presented as the alpha and omega of femininity, as the most palpable sign of woman’s difference and, to loop the loop, of her supposedly “privileged” relationship to materiality (mater, matter, matrix):
Instead of considering . . . that the act of making a child issues from a forced production, we regard it as a “natural,” “biological” process, forgetting that . . . births are planned (demography), forgetting that we ourselves are programmed to produce children, when it is in fact the only social activity, “except for war,” which presents such a danger of death. (“On ne naît pas femme,” PS, 53)
—Brad Epps y Jonathan Katz, Monique Wittig’s Materialist Utopia and Radical Critique.
1)
"Wittig se ve obligada a rechazar la praxis marxista, y a abogar por una dirigida a la liberación de la subjetividad desde una perspectiva de descorporalidad total7; si tuviera que resumir uno de los puntos centrales de mi tesis sobre lo que es el progresismo contemporáneo sería aquello que puse negritas (en realidad, esto no es más que el punto cúlmine de un proceso progresivo de disolución ontológica)."
Me encantaría leer esta tesis (ya se, la estoy leyendo en cada entrega, pero me refiero a cuando sea un trabajo recopilado en una sola obra; si algún día escribís un libro, contá conmigo como cliente"
2) "El progresismo se afianzó en las instituciones públicas por medio de la militancia e influencia de grupos subversivos. Esta presuposición ignora a los millones que se movilizaron y a los millones que aún se siguen movilizando contra el progresismo, y el progresismo es por definición el avance de la creencia que le pertenece a una minoría que se va extendiendo y desplazando hacia los espacios ocupados por la..."
"Lo que quiero decir es: hay algo particular en la estructura social y psicológica del presente occidental que, además de favorecer al progresismo interseccional, es activamente nocivo y perjudicial para los modos tradicionales de vida"
Con respecto a estos dos párrafos, me gustaría mucho compartirte un hilo del twittero reaxionario, discutiendo sobre las posibilidades reales que tiene Milei, en una hipotética victoria electoral, de cambiar algo en el país debido a su casi inexistente estructura partidaria a nivel nacional, pero lamentablemente ya anunció que le da de baja hoy a su cuenta. No obstante, me gustaría pasarte el link a su blog, mas que nada porque también escribió una tesis sobre la izquierda y viene trabajando sobre el bioleninismo y la anarcotiranía hace un tiempo ya. También le voy a pasar el chivo de tu blog a él eh no creas que vengo acá a soltarte links nomás.
Su blog es este: https://substack. com/@reaxionario (separé el . del com porque no se si esta página se pone la gorra con los enlaces en la caja de comentarios).
Saludos!
Creo que he encontrado la respuesta a porqué el "marxismo cultural" no se instala en regiones dominadas por el marxismo tradicional, y está en este hilo de Twitter: https://mobile.twitter.com/whatifalthist/status/1548182134296195072